El Génesis

El Génesis

***PREVIO***

Estamos en esta vida como puestos por arte de magia, muchos saben o creen saber para que estan acá, otros piensan que estan cumpliendo alguna tarea previamente encomendada, otros que la tarea nos las dan acá para hacerla acá y cada día. No importa que es lo que pensamos, cada uno fue criado para pensar de la vida alguna cosa, solo creo que es necesario que mientras crecemos, con nuestro día a día borremos el paquete instalado y simplemente con nuestro cuento diario, muchas veces parecido a un mito, a una leyenda y por qué no a un cuento de hadas, actualicemos la información contenida y simplemente VIVAMOS la vida que aunque para algunos no es una sola, para la gran mayoría es lo único que recordaremos hasta el día de nuestra muerte. Estas entradas son solo parte de mi vida, coloreada como un cuento, muchas veces parecerá fantasía, pero es lo que me ha pasado y lo que puedo compartir... Que lo disfruten y saquen provecho, si es que les sirve. Comentarios bien recibidos serán...

domingo, 8 de abril de 2007

Y es cuando ese frío te recorre el cuerpo, sube por tus brazos, piernas, invade tu cuerpo por completo, no sientes nada diferente al miedo, es lo único que te acompaña. Humedeces tus labios ayudándote de tu lengua, su suavidad te ayuda con el temor pero ya es tarde, tus ojos se encuentran completamente llenos de lágrimas, sólo el contacto con tu mejilla la aleja del exterior aun son palabras del alma, todavía no se convierten en sentimientos fácilmente entendibles al mundo.

Inmóvil permaneces frente a la situación y piensas, ¿qué haré?; ahora el escalofrío se apodera nuevamente de tu cuerpo, un cosquilleo hace presa a tus estirados y largos brazos, pero esta vez sigue un suspiro, tratas de que algún impulso nervioso, quizás que no sabes como se genera presionen a tus ojos para que alguna razón química de tu cuerpo seque el llanto que contienen tus párpados, quieres prohibir su salida, crees que el llorar te hará débil y no quieres demostrarlo aunque sabes muy bien que ante tal realidad lo eres.

Tus abdominales tratan de apretarse lo más que pueden, no sabes que es lo que te hace sentir, no sabes qué es lo que sientes, tu corazón y estómago se confunden en uno solo, te confundes, quieres saber qué es lo que te esta pasando y cambias tu normal respiración, por una gran toma de aire por la boca, la abres lo menos posible, solo lo necesario para tomar aire y no asfixiarte, el aire pasa a tu organismo colándose por tus dientes, quieres en ese momento ser invisible pero a la vez quieres resolver lo que se presenta y decides dar un paso, acercarte unos centímetros, miras fijamente el problema y sabes que él también te mira, sudas, la respiración se acelera al igual que tu corazón y en lo único que piensas es en aquello que te da la fuerza, el coraje, la valentía y cuando aparece ese un por ciento de seguridad frente al noventa y nueve de incertidumbre, de miedo, de pena, cierras tus manos, las empuñas y preguntas: ¿puedo?

Solamente necesitamos preguntar si podemos, es lo único que nos separa del hacerlo. Cualquier cosa puede resolverse enfrentándolo como un problema en busca de solución. Hace poco pregunte si podía? Pedí permiso y me lo concedieron, ahora estoy satisfecha con lo que he logrado y me arrepiento de no preguntar en tantas ocasiones si podía hacer algo. Ese es el Gran Secreto, pregúntense y la misma respuesta le dará el empuje a lo que quieren lograr.

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