PREVIO: Solo diré que es una gringada de cuento. Porque es un cuento.
Érase una vez… jajaja nop!
Todo comenzó con un dibujo, una foto como quieran decirle, como quieran imaginarlo, describir que paso del otro lado del monitor no podría, no soy yo, pero quizás una pequeña idea de lo que paso de este lado podría relatar, resulta que toda la vida ella a sido muy creyente en el amor, cree que su verdadero amor no esta escrito y que podría ser cualquiera, digamos que le daba o se daba la oportunidad de conocer cada príncipe que se encontraba, solo uno había llegado a ser lo más parecido a lo que ella quería o quiere para su vida, quizás sea aún el único, por el momento.
Desde antes de la primera frase bonita que él le regaló, ya ella sentía un cosquilleo al verse reflejada en sus lindos ojos verdes, sentimiento que guardó muy bien por que él no sentía igual, ella continuaba su vida conociendo príncipes y él cada vez desde tierras un poco lejanas demostraba más su inquietud por una princesita que no era ella. Al tiempo y sin contacto físico alguno ella le dio una foto suya para que el la pintara y fue así como la magia poco a poco lo fue acercando a ella. Quizás fue el mirarla tanto para fabricar su pintura o simplemente las ganas que ella le trasmitía de querer estar con él.
Fue así como después de una frase bonita rebuscada todo comenzó y ella con miles de dudas empezó a mirarlo nuevamente como un posible príncipe. Se dijeron muchas cosas hasta pedidas de permiso para besar, siempre manteniendo el humor por delante para evitar un poco que eso que comenzaba se desarrollase más rápido, él estaba seguro que no podían estar juntos, sus razones tenía, ella como siempre, solo pensaba en que quizás él podría ser el verdadero amor, con quien compartiría el resto de su vida.
Ella siempre pensó que con cada hombre que conociera le diera la oportunidad de entrar a su vida debía por lo menos parecerse un poco a la persona con quien estaría feliz lo que le quedaba de vida.
Ella se cansó de esperar, él al parecer nunca esperó nada, nunca creyó nada, nunca quiso realmente nada, fue así como siguió el tiempo su curso y él a tierras más lejanas se iba, ella fuerte lo despedía y sus lágrimas nuevamente se escondían, ella seguía creyendo que él volvería para estar con ella, mientras él pensaba que en cada viaje aunque regresara se alejaba más y más de ella. Él regresó y quizás no pudo decir que no, pues ella se enfrentó a sus miedos y aquel beso que un día le pidió el accedió a dárselo y desde allí para ella todo se alumbró.
Él no creía que podían resistir la distancia y se alejó nuevamente, pero cada vez que se veían todo se detenía y ellos jugaban una y otra vez a la felicidad que les generaba estar juntos. Pero sus destinos se alejaron cuando ella no pudo seguirlo, él se fue nuevamente a otras tierras, volvería pero en ese viaje la borro, la olvidó y disfrutó sin pensarla. Logró una meta en ese viaje y regreso Feliz, pero ella para él no existía más.
Ella siguió su camino, se lleno de alegría también por sus propios logros, lo fue alejando hasta olvidarlo y se dio la oportunidad de no seguir sola, tomó una mano maravillosa que le llenó sus días de risas y sorpresas, siempre se sintió perfectamente acompañada con este caballero y olvido por completo lo dejado en el pasado.
Es así como termina la historia. Pero antes de ello, resulta que como anteriormente dije: “déjalo ir y si regresa es tuyo”. Una luna iluminó su encuentro finalizaba un año exitoso para ambos, se rosaron y hablaron, se miraron y pensaron ¿qué estoy sintiendo? Ella no estaba sola y él no quería estar con ella, el día llego a su fin ella se despedía y caminó al horizonte si voltear a ver que hacia su príncipe pasado, no caería nuevamente, pero él no pensó igual y la llamó: “tu presente es muy afortunado de contar contigo, sigue tu camino y ojala te cuide” ese fue el contexto de lo dicho y ella no pudo resistirse, sus piernas temblaron su corazón latió con fuerza volteo y corrió a él, él se acerco y lo siguiente solo puede describirse como chispazos de corriente que emanaban de sus infinitas y aguantadas ganas de poderse acercar tanto nuevamente.
Al final ella sólo pide que duré lo suficiente, lo necesario para aunque sea llegar a quererlo un poco más, que le de tiempo de demostrarle su amor y que él poco a poco se de cuenta que sólo se necesita esa fuerza de atracción que entre ellos existe para mantenerlos juntos a través de los kilómetros.
Creo que él la quiere, al final descubrió y se obligó a mantener funcionando lo que se estaba negando por varios meses, ella sólo reflejaba alegría en su ojos al platicar sobre él, quizás nuevamente ella se tenga que armar de valor para decirle, no necesariamente con palabras, lo importante y el cariño o amor tan grande que él resulta para ella.
Érase una vez… jajaja nop!
Todo comenzó con un dibujo, una foto como quieran decirle, como quieran imaginarlo, describir que paso del otro lado del monitor no podría, no soy yo, pero quizás una pequeña idea de lo que paso de este lado podría relatar, resulta que toda la vida ella a sido muy creyente en el amor, cree que su verdadero amor no esta escrito y que podría ser cualquiera, digamos que le daba o se daba la oportunidad de conocer cada príncipe que se encontraba, solo uno había llegado a ser lo más parecido a lo que ella quería o quiere para su vida, quizás sea aún el único, por el momento.
Desde antes de la primera frase bonita que él le regaló, ya ella sentía un cosquilleo al verse reflejada en sus lindos ojos verdes, sentimiento que guardó muy bien por que él no sentía igual, ella continuaba su vida conociendo príncipes y él cada vez desde tierras un poco lejanas demostraba más su inquietud por una princesita que no era ella. Al tiempo y sin contacto físico alguno ella le dio una foto suya para que el la pintara y fue así como la magia poco a poco lo fue acercando a ella. Quizás fue el mirarla tanto para fabricar su pintura o simplemente las ganas que ella le trasmitía de querer estar con él.
Fue así como después de una frase bonita rebuscada todo comenzó y ella con miles de dudas empezó a mirarlo nuevamente como un posible príncipe. Se dijeron muchas cosas hasta pedidas de permiso para besar, siempre manteniendo el humor por delante para evitar un poco que eso que comenzaba se desarrollase más rápido, él estaba seguro que no podían estar juntos, sus razones tenía, ella como siempre, solo pensaba en que quizás él podría ser el verdadero amor, con quien compartiría el resto de su vida.
Ella siempre pensó que con cada hombre que conociera le diera la oportunidad de entrar a su vida debía por lo menos parecerse un poco a la persona con quien estaría feliz lo que le quedaba de vida.
Ella se cansó de esperar, él al parecer nunca esperó nada, nunca creyó nada, nunca quiso realmente nada, fue así como siguió el tiempo su curso y él a tierras más lejanas se iba, ella fuerte lo despedía y sus lágrimas nuevamente se escondían, ella seguía creyendo que él volvería para estar con ella, mientras él pensaba que en cada viaje aunque regresara se alejaba más y más de ella. Él regresó y quizás no pudo decir que no, pues ella se enfrentó a sus miedos y aquel beso que un día le pidió el accedió a dárselo y desde allí para ella todo se alumbró.
Él no creía que podían resistir la distancia y se alejó nuevamente, pero cada vez que se veían todo se detenía y ellos jugaban una y otra vez a la felicidad que les generaba estar juntos. Pero sus destinos se alejaron cuando ella no pudo seguirlo, él se fue nuevamente a otras tierras, volvería pero en ese viaje la borro, la olvidó y disfrutó sin pensarla. Logró una meta en ese viaje y regreso Feliz, pero ella para él no existía más.
Ella siguió su camino, se lleno de alegría también por sus propios logros, lo fue alejando hasta olvidarlo y se dio la oportunidad de no seguir sola, tomó una mano maravillosa que le llenó sus días de risas y sorpresas, siempre se sintió perfectamente acompañada con este caballero y olvido por completo lo dejado en el pasado.
Es así como termina la historia. Pero antes de ello, resulta que como anteriormente dije: “déjalo ir y si regresa es tuyo”. Una luna iluminó su encuentro finalizaba un año exitoso para ambos, se rosaron y hablaron, se miraron y pensaron ¿qué estoy sintiendo? Ella no estaba sola y él no quería estar con ella, el día llego a su fin ella se despedía y caminó al horizonte si voltear a ver que hacia su príncipe pasado, no caería nuevamente, pero él no pensó igual y la llamó: “tu presente es muy afortunado de contar contigo, sigue tu camino y ojala te cuide” ese fue el contexto de lo dicho y ella no pudo resistirse, sus piernas temblaron su corazón latió con fuerza volteo y corrió a él, él se acerco y lo siguiente solo puede describirse como chispazos de corriente que emanaban de sus infinitas y aguantadas ganas de poderse acercar tanto nuevamente.
Al final ella sólo pide que duré lo suficiente, lo necesario para aunque sea llegar a quererlo un poco más, que le de tiempo de demostrarle su amor y que él poco a poco se de cuenta que sólo se necesita esa fuerza de atracción que entre ellos existe para mantenerlos juntos a través de los kilómetros.
Creo que él la quiere, al final descubrió y se obligó a mantener funcionando lo que se estaba negando por varios meses, ella sólo reflejaba alegría en su ojos al platicar sobre él, quizás nuevamente ella se tenga que armar de valor para decirle, no necesariamente con palabras, lo importante y el cariño o amor tan grande que él resulta para ella.
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