PREVIO: SUEÑOS PROFUNDOS Y A VECES CONTROLADOS HACEN SURGIR MUCHAS PREGUNTAS, APLICABLES A TODAS LAS SITUACIONES DE LA VIDA. QUE BUENO ES DORMIR Y SOÑAR, SOBRE TODO CUANDO SE TE COLOREAN LAS OPCIONES DE TU VIDA.
Cómo es posible que los sueños que muchas veces nos asustan y otras tantas nos alegran, muchas veces no llenen de impotencia por sacar a relucir una y otra vez esa realidad que queremos olvidar.
Qué hacer cuando tu subconsciente o imaginación se adueñan de ti de un modo tal que te sientes obligado a permanecer en ella.
Cómo remediar el daño ocasionado y los errores cometidos, para que ellos se olviden de ti y dejen que tu vida continúe, hacia delante o atrás a donde sea, pero que continúe.
Cuándo es la hora de enfrentar los miedos a una posible realidad que se te pone enfrente y huyes por su parecido a cual novelita cursi y enrollada de la TV nacional.
Dónde es el mejor lugar para enfrentar todo lo anterior y darle respuesta a cada una de ellas.
Sólo se qué decir, pero no se cómo, ni cuándo menos dónde.
Nace otra incógnita, ¿por qué tú?, quién eres en realidad, qué has hecho para que te recuerde una y otra vez, cómo acercarme a ti y que me lo permitas, cómo hacer para que lo nuestro no parezca tan bizarro, cómo hacer para que realmente exista un “lo nuestro”, cómo te saco esas palabras del alma que estoy casi segura que existen.
Día a día me doy cuenta que cada una de las letras que entrego no tienen destinatario (a), sólo serán para el (la) que las haga suya.
Cómo es posible que los sueños que muchas veces nos asustan y otras tantas nos alegran, muchas veces no llenen de impotencia por sacar a relucir una y otra vez esa realidad que queremos olvidar.
Qué hacer cuando tu subconsciente o imaginación se adueñan de ti de un modo tal que te sientes obligado a permanecer en ella.
Cómo remediar el daño ocasionado y los errores cometidos, para que ellos se olviden de ti y dejen que tu vida continúe, hacia delante o atrás a donde sea, pero que continúe.
Cuándo es la hora de enfrentar los miedos a una posible realidad que se te pone enfrente y huyes por su parecido a cual novelita cursi y enrollada de la TV nacional.
Dónde es el mejor lugar para enfrentar todo lo anterior y darle respuesta a cada una de ellas.
Sólo se qué decir, pero no se cómo, ni cuándo menos dónde.
Nace otra incógnita, ¿por qué tú?, quién eres en realidad, qué has hecho para que te recuerde una y otra vez, cómo acercarme a ti y que me lo permitas, cómo hacer para que lo nuestro no parezca tan bizarro, cómo hacer para que realmente exista un “lo nuestro”, cómo te saco esas palabras del alma que estoy casi segura que existen.
Día a día me doy cuenta que cada una de las letras que entrego no tienen destinatario (a), sólo serán para el (la) que las haga suya.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario