Sin borrador, lo más honesto posible

Previo: mis felicitaciones a todas aquellas personas que actúan sin esquemas ni borradores preestablecidos, no estoy en contra de la planificación pero sí de el control. Las personas controladoras bien difieren de aquellas sinceras.

No se qué es lo que hacemos para que de un momento a otro planifiquemos cada minuto y segundo de nuestras vidas; es bueno tener metas, aspiraciones y plantearnos un conjunto de pasos y procedimientos que debemos seguir para llegar a ellos, pero cuándo esta planificación nos absorbe cada instante de nuestro vivir diario y nos empuja a planificar cada palabra, cada gesto y cada sentimiento, ¿cuándo comienza a ser esto realmente enfermo?.

Por mi parte, puedo decir que muchos logros he obtenido pero muy pocas veces, mis aspiraciones se han convertido en el formato de lucha que debo seguir. Normalmente me dejo llevar por instintos y muchas veces por eso que llamamos corazón, sí debo confesar que soy creyente de "piensa con el corazón" y cuando lo hago con la cabeza pues no me quedo sumergida en ella y pues normalmente sólo consulto grandes acciones del día a día; quizás es por esto que me opongo completamente a que no solo las personas planifiquen cada detalle de su vida, perdón pero es escapa de la realidad, eso no es vivir, el hecho de que no solo te castigues a ti mismo por tal cosa si no que involucres a las personas que conozcas porque a ellos también los incluyes en esos planes psicóticos y extremistas, porque les calculas la vida a ellos también, es desagradable el ver como te involucran en un juego de preparación tan ridículo y enfermo que inventas mundos paralelos y creas diferentes situaciones con el fin de obtener diversos resultados y ajustarte a lo que más te conviene.

Realmente es enfermo como las personas no sólo se cagan su vida con estos complejos idiotas y repugnantes de alineamiento diario de vida (término ideado por mi), sino como le fastidian la vida a los demás, como estas personas, tienen el poder psicológico de absorbernos e involucrarnos en su serie pregrabada de dramatismo y nos convierten en marionetas de juego, de su juego.

Deja vivir y vive tú también, o simplemente húndete pero SOLO